🌿 1. Manejo del estrés y la ansiedad
Las flores pueden ayudar a calmar la mente, disminuir la tensión y promover una sensación de paz interior. Son útiles en casos de preocupaciones constantes, miedo al futuro o agobio mental.
💔 2. Sanación de duelos o pérdidas
Acompañan suavemente el proceso de duelo por la muerte de un ser querido, una separación o cualquier pérdida significativa, ayudando a transitar el dolor sin reprimirlo ni quedarse atrapado en él.
🌀 3. Confusión o indecisión
Brindan claridad cuando uno se siente perdido, sin rumbo o atrapado entre varias opciones. Ayudan a reconectar con la intuición y la verdadera voluntad.
⚖️ 4. Baja autoestima o autovaloración
Favorecen el reconocimiento del propio valor, la autoaceptación y la confianza, trabajando sobre emociones como culpa, inseguridad, vergüenza o autoexigencia excesiva.
🔥 5. Ira, resentimiento o falta de perdón
Permiten liberar emociones retenidas como el enojo, la frustración o la sensación de injusticia, promoviendo el perdón, la comprensión y la compasión.
🌧️ 6. Tristeza crónica o desánimo
Pueden elevar el ánimo cuando hay apatía, fatiga emocional o sensación de que “nada tiene sentido”. Algunas esencias reconectan con la alegría vital.
🌱 7. Procesos de cambio y transformación
Sostienen emocionalmente en etapas de transición: mudanzas, cambios laborales, maternidad, rupturas, despertares espirituales, entre otros.
En resumen, la terapia floral no “anestesia” la emoción, sino que la acompaña, suaviza y transforma. Es una herramienta sutil pero profunda, que actúa en resonancia con la vibración emocional de la persona, sin efectos secundarios.
